domingo, 19 de julio de 2009

El Principito

Las amistades son hechas de pedacitos.
Pedacitos de tiempo que vivamos con
cada persona, no importa la cantidad
de tiempo que pasamos con cada amigo,
sino la calidad del tiempo que vivimos con el.
Cinco minutos pueden tener una importancia
mayor que un día entero.
Así, algunas amistades son hechas de risas y dolores
compartidos; otras de horas de escuela, otras de salidas,
cines, diversiones; y están aquellas que nacen y uno no sabe por qué...
Tal vez de silencios comprendidos, o de simpatía mutua sin explicación.
Hoy en día, muchas amistades son, hechas sólo de e-mails y esas
no son menos importantes. Diferentes, pero no menos importantes.
Aprendemos a amar a las personas sin poder juzgarlas por su
apariencia o modo de ser, sin que podamos conscientemente etiquetarlos.
Hay amistades profundas que son creados así.
Saint- Extupéry dice:
" El tiempo que perdiste por tu rosa hace
que tu rosa sea tan importante".
Y yo digo que el tiempo que "perdemos" con cada amigo
hace que cada amigo sea tan importante.
Porque el tiempo perdido con amigos es tiempo
ganado, aprovechado y vivido.
Son recuerdos para cinco minutos después, para
dentro de un año o para siempre.
Un amigo se torna importante para nosotros, y nosotros
para él cuando somos capaces en su ausencia de reír o llorar,
de sentir nostalgia, pena o alegría y en ese instante
traerlo bien cerquita de nosotros.
Lo importante es saber aprovechar al máximo cada minuto
vivido y atesorarlo después en el baúl de los recuerdos,
para tener tiempo para pasar con los amigos, aún cuando
estuviesen lejos de nuestros ojos.
Junta todos los días "pedacitos" en una cajita bien adentro de
tu corazón. Son tu tesoro, y en los momentos tristes,
"arma" amigos que te acompañen...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

deje su comentario, gracias por su visita